Sorry, I'm not perfect

Hola queridos lectores estos últimos días he estado barajando distintos temas de los cuales hablar, y por alguna razón siempre me he centrado al final en uno que no he tocado nunca, o no desde este punto de vista, creo. El caso es que me he dado cuenta de que realmente no nos fijamos mucho en lo que nos rodea, solamente en lo que nosotros creemos que realmente debemos hacer. En ocasiones le damos muchas vueltas a un asunto que compete a alguien que conocemos y no sabemos realmente si debemos o no debemos decirlo, dado que corremos el riesgo de que esa persona se sienta mal o que incluso se enfade con nosotros por contarlo. Pero en ocasiones nos parece más apropiado que lo sepan, sentimos que si nosotros estuviéramos en la situación de esa persona nos agradaría que nos lo contaran, aunque nos doliera. Puede que sea algo bueno o algo malo lo que contemos pero esa persona cuando lo contamos tiene que tener en cuenta que lo contamos por alguna razón, que a nosotros tampoco es que nos entusiasme contarle eso, que se lo estamos contando aunque a nosotros no nos haga mucha gracia tocar ese tema u otro por la razón que sea.
Lo peor es cuando cuentas eso con todo el amor del mundo para que lo sepa y simplemente se enfada contigo, sin razón alguna. Cuando te demuestran que a pesar de que tu lo has hecho sin ninguna maldad esa persona decide que no eres una persona que valga la pena que se lo cuente, o simplemente dice que le estás mintiendo o que las cosas no son así.
Quiero creer que cuando hacen eso no se dan cuenta de como hacen sentir a alguien realmente, como la persona que lo ha contado sufre por ver que no confían en ella por contar algo que realmente le ha costado decidir si decir o no y que finalmente, tras el tiempo que sea, ha decidido contar.
Sinceramente no creo que ha nadie le haga nada de gracia decir algunas cosas, que hasta pases noches sin dormir después, al ver que no te creen. Puede que incluso lo termines pasando tu peor que la otra persona al ver que sinceramente no valió la pena decir nada, era mejor quedarse callada y que no entendiese nada que que las cosas acabasen bien o mal, pero no por tu culpa, aunque puede que después te sientas peor dado que sabías lo que era posible que ocurriese y tu no lo evitaste.
Esta no es la primera vez que me ocurre algo así y espero que tampoco sea la última. Sigo creyendo que en la mayoría de los casos es mejor saber las cosas y no quedarse con la duda. O aún peor, saber que va a suceder y no hacer nada para evitarlo.

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