Miró hacia atrás, a su lado y al frente. Sonrió. 3 mundos podían encontrarse, más aún no. Suspiró. Su pasado quedaba atrás con las tonterías de aquellos años en los que nada importaba, donde hubo gente buena y gente mala. A su lado, el presente, todo lo que pasaba día a día. Lo que había elegido con sus actos en el pasado, con gente a su lado que le hacía crecer y gente que intentaba impedir que pudiese volar un poco. Gente que aunque le quería con sus actos le hacían desconfiar. Al frente, el futuro, lo que podía suceder si tomaba las elecciones correctas, si la gente le concedía un poco de libertad, si la gente no le mentía, le escuchaban cuando realmente lo necesitaba, le apollaban, no le engañaban dejándole crear falsas ilusiones. Quizás tenía que agarrar más fuerte la mano de su lado. Quizás tenía que soltarla. Quizás.
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