Esa fiesta de la que no conocéis ni los orígenes.

Hola queridos el sol ha desaparecido ya de la ciudad, supongo que hoy nos esperará una noche de Halloween pasada por agua. Espero que no por el bien de la gente que hoy salga de noche...Bueno, el caso es que hoy por la mañana escuché, por casualidad, como una señora discutía con su hija por la procedencia de la fiesta. Una decía que la fiesta era estadounidense mientras que otra decía que era alemana. Bien señoras, me llena de orgullo y satisfacción informaros de que Halloween es una fiesta que proviene de los celtas ;).

El caso es que esto me recordó a la fiesta que montaban en mi colegio tal día como hoy por la mañana y por la tarde. Por alguna razón siempre íbamos por la mañana y por la tarde aunque era hacer lo mismo...El caso es que el profesor de gimnasia, Gerardo, utilizaba un tambor de lavadora para asar las castañas, y bien ricas que estaban, o eso creo, yo comía unas pocas castañas y el vaso de leche. ¿A quién quiero engañar? Yo solo cogía las castañas por el vaso de leche, a mi me daban igual las castañas. Cucuruchos de castañas asadas que terminaban tirados por ahí, perdidos. Y yo era feliz con el vaso de leche. A ver, pensemos, si a un niño le das a elegir yo creo que también prefería el vaso de leche.

El caso es que no nos disfrazábamos, solo íbamos al colegio para jugar, como no, con nuestros compañeros. Yo creo que esa era la única razón por la que íbamos. Solo conocíamos eso, ir el día 31 de octubre al colegio para comer castañas, beber leche y jugar con nuestro amigos, que normalmente eran todos tus compañeros de clase. Esa era la verdad.

A mi, realmente, no me hace mucha gracia la fiesta de Halloween, quizás dentro de unos años cambie de opinión y me disfrace para ir a molestar a la gente por la calle como me han molestado a mi en los últimos años manchándome con los malditos sprays. Pero vosotros podéis seguir disfrazándoos para celebrar una fiesta de la que no conocéis ni los orígenes.